Espiral.
Escribo este poema sabiendo que jamás lo
escucharás de mi boca. He entrado en una espiral de preguntas sin
respuestas y creo que me estoy volviendo loca. Escribo como salida de
emergencia, como impulso que esta pena me provoca.
Hay ausencia en mis manos y tristeza en mis palabras. Hay un montón de recuerdos que gritan y ensordecen el silencio de esta casa. Miro el móvil cada diez minutos y sigues sin aparecer. Recorren mis manos el folio en blanco. Rozo el papel y espero tu tacto.
Tengo la piel cubierta de todas las caricias que no me has dado, lo labios enfermos de aquel beso que aquel día te negué. Mi futuro está compuesto de planes que nunca vamos a hacer, mis mapas llenos de lugares que ya no vamos a ver. El estómago lleno de promesas que acabas de romper.
Me enfado por ser vulnerable, por sentirlo todo tanto, porque he vuelto a llorarte. Puse mi mundo en tus manos y tú lo tiraste. Por qué. Me da la sensación de que el día que alguien repartió el valor, yo llegué tarde. Y sin embargo, no queda otra que seguir adelante.
Así que me lamo las heridas, me limpio las lágrimas y sigo. Encantada de desconocerte. El dolor, como siempre, es mío.
Hay ausencia en mis manos y tristeza en mis palabras. Hay un montón de recuerdos que gritan y ensordecen el silencio de esta casa. Miro el móvil cada diez minutos y sigues sin aparecer. Recorren mis manos el folio en blanco. Rozo el papel y espero tu tacto.
Tengo la piel cubierta de todas las caricias que no me has dado, lo labios enfermos de aquel beso que aquel día te negué. Mi futuro está compuesto de planes que nunca vamos a hacer, mis mapas llenos de lugares que ya no vamos a ver. El estómago lleno de promesas que acabas de romper.
Me enfado por ser vulnerable, por sentirlo todo tanto, porque he vuelto a llorarte. Puse mi mundo en tus manos y tú lo tiraste. Por qué. Me da la sensación de que el día que alguien repartió el valor, yo llegué tarde. Y sin embargo, no queda otra que seguir adelante.
Así que me lamo las heridas, me limpio las lágrimas y sigo. Encantada de desconocerte. El dolor, como siempre, es mío.
Me encantó!
ResponderEliminar