¿podemos hablar?

+Hola... ¿podemos hablar?
-Sí, claro. Dime...
+Es que llevo varios días sin verte los dedos manchados de tinta como ocurre normalmente y necesitaba saber si estás bien.
-Sí, no te preocupes, estoy bien. Creo. Bueno, no sé... últimamente no tengo ganas de nada, no me siento motivada o ilusionada por hacer cosas nuevas. Estoy tan triste que no me sale ni escribir. Pero supongo que es normal.
+Yo no creo que sea normal. De hecho, creo que algo lo habrá desencadenado. ¿Estás enamorada?
-No, no, no es eso. Supongo que es todo lo contrario. Es decir, creo que me he cansado de partirme el pecho sin motivos aparentes y ya sabes eso de que yo no sé escribir si no es muriendo.
+Desde que se fue él, tu vida no ha vuelto a ser la misma ¿verdad?
-La verdad es que todavía me retumba en el pecho el eco de su último portazo y que me queman las mejillas al pensar que se despidió con dos besos.
+Te mereces a alguien que te quiera. No sé si mucho o poco, pero bien. Todavía no me explico el porqué nunca se han enamorado de ti.
-Quizás tú no lo sepas, pero yo sí. En el desastre donde nosotros siempre hemos visto bonitas ruinas, los demás ven una catástrofe de destrucción masiva...

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