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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Ya sé que me olvidarás...

No sé cómo explicarle al mundo que el tiempo se divide en momentos buenos y ratos sin ti. Que los días del calendario se tachan ahora más lentos para que yo pueda echarte más veces de menos. Que he estado gritándote miles de "te quiero"s en silencio. Y la culpa siempre es del miedo, pero sobre todo mía por tenerlo. Si de verdad fuese realista por una vez en la vida, sabría que lo mejor es alejarme a varios infinitos de dis tancia, con mis inseguridades, tristezas y nostalgias. Pero no se puede emprender un viaje si no tienes punto de partida. Así que espero que alguien me diga en qué momento pasé de formar parte del presente, a ser sólo un recuerdo. Desde cuándo soy una fotografía en blanco y negro. Ya sé que me olvidarás. Que algún día esa foto se te caerá en la misma hoguera donde sólo quedan las cenizas. en un lugar donde nunca hubo fuego. Que responderás a otras sonrisas y no te acordarás de mi nombre, ni del color de mis ojos que nunca supimos si eran verdes pardos

Escribiría para pedirte perdón, pero no.

Escribiría para pedirte perdón por no ser la puta barata que esperabas, pero es que soy incapaz de escribir mentiras. No siento no haber estado a la altura cuando más que pedestal, aquello era un barranco. He perdido lo que más quería en esta vida, ¿de verdad crees que lloraría por ti? Ni mi vida gira entorno a tu nombre, ni el centro del mundo es tu ombligo, ni lo único que calma la sed son tu s labios. Hacer que tu felicidad dependa de alguien más es como si sueltas el salvavidas en mitad de una tormenta. Estás perdido. Y yo me he encontrado en el lugar que esperaba desde que he aprendido a pensar primero en mí. Llámame egoísta, pero ni el mundo se merece mis lágrimas, ni yo he perdido las ganas de sonreír. Así que voy a hacerlo, como si no hubiese grietas anunciando un futuro desprendimiento. Busca calor en otras camas, busca fuego en otros labios, córrete en otras sábanas, mátate en otras curvas y cierra los ojos muy fuerte. No los abras nunca... que la soledad y el silencio, con e