Háblame del frío, amor.
(Me voy a dar un tiempo desapareciendo de todo lo que tenga que ver con vivir conectada a mucha gente. Volveré pronto, supongo. Hasta entonces, cuidaos mucho. Que os sea leve o grave, según qué cosa. Un abrazo muy grande). Háblame del frío, amor, que fuera de aquí se rozan los 40 grados, pero yo he vuelto a temblar cuando en el modo aleatorio ha vuelto a sonar tu canción favorita. Háblame del invierno y de la nieve que se acumula en los párpados cuando paseo por los rincones llenos de recuerdos, que me cuentan que tú y yo ya no nos besamos. Háblame del viento y de cómo despeina de madrugada, ahora que no eres tú quien me levanta la falda. Háblame de la lluvia y de cómo cala, dime que es la mejor forma de esconder las lágrimas si no llevas paraguas. Háblame de otra estación que no sea la de autobuses, a ver si consigo decir "adiós" a esta angustia existencial que siento, al asomarme al vacío que me has dejado en el pecho. Es cierto que fuimos cenizas, sin haber sido nunca fu